Miles de migrantes se agolpan en una de las zonas más calientes de la región
La nueva caravana de migrantes que partió el pasado día 15 de la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, hacia la frontera con Estados Unidos, llegará mañana a la capital mexicana, donde se realizan ya preparativos para acogerlos y brindarles asistencia.
Las autoridades de la Ciudad de México indicaron que los cerca de 2.000 centroamericanos serán hospedados en el mismo campamento donde fueron recibidos los grupos anteriores que comenzaron a llegar a fines de octubre, en el estadio multideportivo Jesús Martínez “Palillo”, oriente de la urbe.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbum señaló que “tenemos toda la colaboración del gobierno federal” para coordinar la llegada y el respaldo a los extranjeros en el tema de cocina, alimentación y salud, entre otros. “Estamos esperando a 2.000 pero vamos a ver en realidad cuántas personas llegan”, afirmó la funcionaria.
La jefa de la oficina del Ombudsman en la capital, Nashieli Ramírez, señaló que se prevé ofrecer “una atención digna” en coordinación con las distintas instancias oficiales involucradas. Cuadrillas de empleados de la intendencia de la metrópoli comenzaron a realizar labores de limpieza y saneamiento y a colocar tiendas de campaña en la zona, rebautizada por los propios migrantes como “Ciudad Palillo”, ubicada a un costado del circuito de la Fórmula Uno, cerca del aeropuerto internacional.
Ramírez afirmó que se busca una “política articulada” y ordenada en el proceso de arribo y de estancia de los migrantes, a diferencia de la falta de coordinación que fue patente en noviembre pasado. “Nosotros pensamos que estarán aquí alrededor de seis días, máximo una semana, y finalmente harán lo que hicieron las otras caravanas, es decir, tomar sus decisiones y seguir su camino”.
El principal bloque es esperado mañana y el mismo día contemplan realizar una manifestación frente al Senado de la República. Se espera que luego sigan llegando otras personas sobre todo con problemas de desplazamiento o que traen consigo a su familia, especialmente los que vienen acompañados de sus hijos.
La primera caravana estuvo integrada por unos 5.000 centroamericanos, de los cuales solo quedaron 400 que finalmente siguieron su camino o regresaron a sus países. Se calcula que unas 10.000 personas integraron los contingentes que estuvieron arribando a México a partir de octubre y consiguieron llegar a la ciudad fronteriza norteña de Tijuana, pero actualmente sólo quedan unas 2.500.
La razón es que unos fueron deportados, otros decidieron acogerse a los permisos humanitarios del gobierno y otros más intentaron cruzar a Estados Unidos, brincando la barrera metálica de 6 metros, a pesar de ser detenidos de inmediato, u optando por ingresar por las rutas más peligrosas de desierto y la montaña.
La nueva caravana migratoria ha sido denunciada por el presidente Donald Trump como un “riesgo” para la seguridad nacional de su país y como una “catástrofe” y utilizada para justificar su reiterada demanda de fondos del Congreso para construir un muro fronterizo. No obstante, hasta ahora los legisladores de la oposición le han negado este apoyo.
Los migrantes comenzaron a llegar ayer a la ciudad de Puebla, procedentes de los municipios de Acayucan, Sayula y Tierra Blanca, Veracruz, donde fueron trasladados hacia albergues. Entre los migrantes figuran 426 niños y 20 mujeres embarazadas, que reciben atención especial de parte de activistas de grupos humanitarios.
En Tijuana, donde la presencia de más de 2.000 migrantes centroamericanos sigue siendo motivo de quejas cotidianas tanto de parte de las autoridades como de los ciudadanos, existe una fuerte expectativa sobre la inminente llegada del nuevo grupo. Además para mañana se espera la llegada de los primeros migrantes que serán devueltos por parte del gobierno estadounidense en el marco de un acuerdo para esperar en el país la resolución de su solicitud de asilo.
Las autoridades locales pidieron al gobierno federal que les otorgue apoyo financiero ante la demanda de servicios, refugio y alimentación que implica esta avalancha.